CONTEXTOS
POLÍTICOS Y EDUCATIVOS EN AMÉRICA LATINA
Curso_551047-17
TRABAJO GRUPAL
ACT. 8.
COLABORATIVO 2
PRESENTADO POR
JUAN CARLOS LEÓN CASTILLO
COD. 10.534.096
ALFREDO RAMOS OSORIO
COD. 16585691
SANTOS GABRIEL RIVERA
COD. 7215702
TUTOR
JESÚS MARÍA TOVAR
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ECEDU
ESPECIALIZACIÓN EN
EDUCACIÓN, CULTURA Y POLÍTICA
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA
UNAD
Octubre 29 de 2013
Introducción
En este trabajo colaborativo hemos realizado tres entrevistas a maestros
colombianos. Presentamos el análisis de sus respuestas y tratamos de responder
al objetivo planteado por el tutor de analizar cómo se ha configurado el papel
del Estado- nación alrededor de las instituciones educativas.
Las entrevistas giran en torno a los cambios más significativos de la
educación en los últimos 20 años en Colombia.
El profesor de La Universidad Nacional Henry Javier Herrera Santana
decía: “El sistema de educación en Colombia es pobre; atrasado en contenidos,
formas y procesos: excluyente; desintegrado; ineficiente; no responde a las
necesidades individuales y desconoce a sus principales actores: maestros,
estudiantes y sociedad”. (2001)
Este diagnóstico tan duro no es ajeno a la realidad. Los maestros
entrevistados corroboran en parte el juicio del profesor Herrera, aunque
reconocen el interés del Estado colombiano de intentar mediante reformas el
mejoramiento de la cobertura y de la calidad de la educación pública, consideran
sigue primando el cálculo financiero, donde se pretende ofrecer educación a la
mayoría de los colombianos con una escasa inversión y sin atacar los problemas
fundamentales que afectan a las instituciones educativas y acelerando los
procesos de privatización. En el módulo del curso cuando se hace referencia a
las reformas educativas ocurridas en América Latina en los años 90 y en
Colombia en el año 1994, el autor nos dice: “La preocupación común de todas
estas reformas por mejorar la calidad de la enseñanza siguió fuertemente
impregnada de una perspectiva economicista”.
Los avances jurídicos establecidos por las reformas como la creación de
los PEI, la creación de los lineamientos y los estándares donde se promueve el
impulso a una educación más significativa, la apertura a la participación de
los padres de familia y de los alumnos,
la ampliación de la cobertura en primaria, entre otros choca con la realidad de
la educación pública en Colombia. Brevemente resumiremos los problemas
principales:
1.
El Módulo del curso incluye un texto de
Gabriela Ossenbach y ella nos dice: “La crisis económica que ha afectado a
América Latina en la última década ha tenido hondas repercusiones en la
educación pública, que ha sufrido un considerable deterioro, junto a otros
servicios sociales. El gasto público destinado a educación ha sufrido un gran
retroceso y como además el peso de la recesión ha caído desproporcionadamente
sobre los sectores medios y bajos de la población, ha disminuido la capacidad
de las familias para costearse la educación privada”. La educación colombiana y
latinoamericana genera una doble realidad: educación masiva y de mala calidad
para los pobres que contrasta con una educación elitista y bajo esquemas
externos para los alumnos de estratos altos.
2.
El Estado
abandona parcialmente sus obligaciones con la educación pública y da libre paso
a los procesos de privatización, como en el caso de los colegios de cobertura.
3.
La educación
es de baja calidad, los niveles de deserción y de repetición son altos, el
número de horas que recibe un estudiante de educación media en Colombia enes
680 horas clase, a diferencia del Japón cuya intensidad es de 1680 horas clase.
Los niveles en matemáticas y lenguaje alcanzados por los estudiantes
colombianos en pruebas internacionales son muy bajos. La escuela colombiana
presenta además altos niveles de violencia y de problemas de convivencia, a
pesar del impulso a las competencias ciudadanas.
4.
Los maestros
colombianos carecen de reconocimiento social y cultural. Viven con bajos salarios y escasos procesos de capacitación, las condiciones
sociales actuales afectan su desempeño laboral.
5.
El Estado
colombiano ha hecho un esfuerzo por impulsar las tecnologías de la información
y la comunicación, sin embargo aún no hay un aprovechamiento pleno de estas
herramientas, muchos maestros carecen de los rudimentos básicos de los recursos
informáticos o el número de computadores es insuficiente frente a la demanda
escolar.
En síntesis en materia de educación, que
es el tema central de estudio de este trabajo, podemos decir que hemos
evolucionado poco en estos últimos tiempos, la búsqueda de la calidad académica
sigue siendo una apuesta, pero la educación colombiana mantiene su sello de exclusión,
una educación para élites y otra para los sectores populares. El criterio
neoliberal ha terminado por imponerse, prima la noción de cliente y no la de
estudiante. El Estado colombiano realiza esfuerzos en el impulso de proyectos
en las regiones, trata de democratizar la educación y de mejorar la calidad,
pero los propósitos chocan con las realidades.
Las problemáticas y las necesidades de la educación en
Colombia son muy grandes para los recursos insuficientes que ofrece el Estado
colombiano.
Reflexión sobre las
entrevistas
La educación
pública en Colombia no ha podido superar sus deficiencias y su mala calidad a
pesar que desde los años ochenta y más precisamente desde la Ley General de
Educación (Ley 115 de 1994) se planteó una transformación general del sistema
educativo. En la entrevista realizada al profesor Henry Carmona nos dice: “La
Ley General de Educación (Ley 115 de 1994) y la Constitución política de 1991
crearon un nuevo marco para la Educación en Colombia. De allí se desprenden
muchos cambios. En los Lineamientos y en los Estándares el Estado colombiano
trata de promover que el aprendizaje sea significativo, partir de preguntas que
problematicen a los estudiantes, impulsar la investigación y los proyectos de
aula, generar procesos de participación de los alumnos a través del gobierno
escolar, el Consejo Estudiantil y del Personero de los alumnos. Se creó un
manual de competencias ciudadanas, se quería promover la formación de
ciudadanos críticos y propositivos, Se empezó a hablar de competencias
argumentativas, propositivas y comunicativas. Se cambió los reglamentos
disciplinarios por manuales de convivencia, se impulsó la creación de los PEI
(Proyectos Educativos Institucionales)”. Sin embargo y a reglón seguido nos
dice que la propuesta ha chocado con la crisis financiera del Estado
colombiano, con el intento de disminuir costos reestructurando las
instituciones escolares, pensando más en la ampliación de la cobertura que en
ofrecer mecanismos y estrategias eficaces para el mejoramiento de la calidad.
La profesora Aura Mosquera señala algunos avances
como la participación de los padres y de los alumnos, el surgimiento de los
PEI, el reconocimiento de la educación como un derecho fundamental por parte de
la Constitución Política, sin embargo ella misma reconoce que hay una tendencia
fuerte hacia la privatización de la educación pública; el profesor Carmona
señala por ejemplo el impacto que ha tenido los colegios de cobertura,
instituciones privadas que asumen la educación de los niños y los jóvenes que
no pueden acceder a la educación pública, algunas de esas instituciones
responden a intereses politiqueros y no a propuestas de calidad.
La profesora Olga Sanabria señala que el papel del
Estado se ha ceñido a dictar normas, decretos y directrices, pero realmente las
acciones del Estado han influido muy poco en el mejoramiento de la calidad de
la educación en Colombia. Las políticas neoliberales han recortado o
restringido los aportes a la educación, y no se puede hablar de calidad
educativa si todo se mide por la relación costo-beneficio. El profesor Carmona
dice: “Se insiste en que hay que mejorar la calidad, pero no hay un trabajo
sistemático que contribuya a mejorar las prácticas pedagógicas, las acciones
son aisladas y el esfuerzo financiero pobrísimo”.
En síntesis los problemas que persisten son los
siguientes:
1. El Estado ha dejado de asumir su
responsabilidad con la educación pública, como lo señala la profesora Sanabria,
pretender construir una educación de calidad con los recursos que ofrece el
Ministerio de Educación y los entes territoriales es una verdadera falacia
2. Las prácticas pedagógicas no se han
transformado radicalmente a pesar de la propuesta ministerial de promover la
autonomía institucional, impulsar una educación más significativa y darle curso
a los proyectos de aula y la investigación. Prima aún la educación memorística,
la escasa participación estudiantil, el papel protagónico del maestro, etc.
3. La situación social del país obstaculiza
los procesos de cambio. La descomposición social, los altos índices de pobreza,
la carencia de proyectos culturales en las comunidades, la descomposición
familiar y los niveles de delincuencia hacen que la escuela colombiana se torne
impotente para enfrentar toda la problemática social.
4. El desconcierto y el escepticismo de los
maestros frente a la situación. Muchos de los docentes se limitan al
cumplimiento de los horarios y a los requerimientos mínimos que exige el
Ministerio de Educación.
5. La época donde prima lo virtual. Los
estudiantes se han acostumbrado a los nuevos sistemas de la comunicación y de
la información acarreando en muchas oportunidades que la información carezca de
un contexto histórico y conceptual, y se limite a la copia del contenido
sin un análisis profundo de las temáticas y los conceptos. Los estudiantes
tienen además un escaso capital cultural. Lo que se evidencia en la actualidad es la
indiferencia de muchos jóvenes frente al
conocimiento, en algunos casos no les interesa su entorno cultural y social, y
mucho menos el global. Los jóvenes de hoy en día están obsesionados con el
placer de las redes sociales por internet, por las rumbas, por los juegos de
video, y hasta allí llegan sus preocupaciones, por su mente casi nunca pasa la
idea de ocupar su tiempo libre en fortalecer su riqueza intelectual mediante la
lectura de un libro. La escuela colombiana tampoco resuelve esta problemática.
Conclusiones
La educación en Colombia
afronta varios retos, no solo el de la calidad, sino el de vivir en un
país violento, con desarraigo cultural, desmovilizados, desempleo, con pocas
opciones de futuro para los jóvenes, a pesar de que con el paso de los años y con la
implementación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las
generaciones han podido acceder a mayores recursos de aprendizaje y de
conocimiento. Por más que se piense en una educación gratuita obligatoria, si
esta no va acompañada de algunos cambios substanciales, la educación seguirá
sufriendo sus problemas, es decir, las reformas educativas por si solas no
mejoran la educación, hay que pensar en unas buenas reformas a la estructura
socioeconómica del país.
Además, Colombia deberá
afrontar el problema de elevar la calidad de la educación y seguramente esa
discusión será la que domine el panorama educativo en los próximos años. Este es un país de una inmensa
capacidad creativa que tiene que dar sus frutos en la ciencia, en la técnica,
en las artes, en la productividad de la economía, en bien de toda la población.
Pero para esto debe partir de una educación de excelencia académica y de
formación humanística. Así, que el país ya no tiene como principal reto
la construcción de más escuelas y la formación de más docentes, pues sigue
pendiente un desequilibrio regional importante, en virtud del cual el campo
continúa siendo supremamente marginado. Este problema, es especialmente agudo
en los niveles de secundaria y superior, los cuales se hallan concentrados en
los centros urbanos del país.
Aún nos falta mucho por alcanzar, no se puede
demeritar el esfuerzo que se ha hecho y el empeño que tiene Colombia en materia
de educación. La gran problemática está en que este mundo globalizado avanza a
miles de revoluciones por minuto y si nos descuidamos un segundo podemos quedar
aún rezagados. Por ahora es bueno saber que no perdemos el rumbo, a veces
más lento que nuestros países vecinos. No podemos desistir, hay que pensar en
una educación de calidad, que responda a las necesidades del mundo actual, con
docentes capacitados, con escuelas y colegios mejor dotados técnica y
didácticamente, con un menos número de alumnos por clase, con prácticas
pedagógicas que fomenten el aprendizaje significativo.
Quisiéramos terminar con esta frase de Gabriel
García Márquez: “Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio
social, y que la educación será su órgano maestro. Una educación desde la cuna
hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar
y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí
misma. Que aproveche al máximo nuestra creatividad inagotable y conciba una
ética -y tal vez una estética- para nuestro afán desaforado y legítimo de
superación personal. Que integre las ciencias y las artes a la canasta
familiar, de acuerdo con los designios de un gran poeta de nuestro tiempo que
pidió no seguir amándolas por separado como a dos hermanas enemigas. Que
canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante siglos hemos
despilfarrado en la depredación y la violencia, y nos abra al fin la segunda
oportunidad sobre la tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel
Aureliano Buendía. Por el país próspero y justo que soñamos: al alcance de los
niños”
Anexos
Entrevistas:
1.
Olga María Sanabria. Por Santos Gabriel Rivera
2.
Aura Rosmira Mosquera. Por Juan Carlos León
3.
Henry Carmona. Por Alfredo Ramos
.
Entrevista 1: Docente: Olga Sanabria
Maestra
desde hace 32 años en educación básica primaria
¿Qué ha cambiado en las instituciones
educativas en los últimos 20 años?
La educación
ha cambiado en muchos aspectos, hace 20 años existían los colegios de modalidad
normalista, donde sus egresados bachilleres podían desempeñarse como docentes y
eran respetados por sus alumnos y comunidad.
La educación se preocupaba por profundizar en los temas
de enseñanza y no en bombardear a los estudiantes con información que muchas
veces no alcanzan a captar, se dejó atrás los libros por un mundo donde domina el mundo científico y tecnológico
como un gran avance digital, igualmente
la forma de evaluar ha cambiado, ahora son métodos demasiado flexibles
que permiten a los estudiantes avanzar grados sin tener la suficiente
profundidad en los temas vistos.
Un cambio
trascendental se dio en el año 1994
donde mediante legislación la educación
se otorgó autonomía a las Instituciones educativas IE, se pasó a hablar de
comunidad educativa incluyendo a los
acudientes, padres de familia, docentes, estudiantes y administrativos, se le
dio participación mediantes diversos órganos de participación, entre ellos
personero estudiantil, consejo de padres, equipos de convivencia y paz, equipos
de calidad.
Ha sido un
cambio radical, un cambio sistemático de estructura con base en la política
neoliberal y globalizante que se impone en el mundo, literalmente ya no se
llaman instituciones educativas sino empresas educativas; entonces en la
política neoliberal cuya proyección es la ganancia a menor costo eso ha tocado
tremendamente la educación
En el 2001 con la
ley 715 inicia un proceso de regulación de los recursos otorgados mediante la
figura de los estamentos certificados, departamentos y municipios con más de
100 mil habitantes y se reorganizó la planta de cargos y toda la educación por
número de estudiantes.
La evaluación
tiene mayor prioridad pues no solo se hace a los estudiantes sino a toda la
institución, estudiantes, docentes.
Se reorganizo el
currículo al pasar de objetivos a logros ahora a competencias y se
establecieron áreas del conocimiento y proyectos pedagógicos obligatorios.
¿Cómo ha cambiado la relación del Estado con
las instituciones educativas en ese lapso de tiempo?
La respuesta puede
tener dos fuentes básicas: El estado ha ido dejando de asumir su
responsabilidad fundamental para dar paso a los procesos privatizadores; se
orienta cada vez menos a las humanidades y cada vez más se orienta "al
trabajo" o a la productividad, desapareciendo las artes, la educación
física, etc. Los estados ya no piensan en la educación para sus pueblos, las
políticas son dictadas por la organización mundial del comercio y operacional
izadas y condicionadas desde la banca internacional.
La relación es
atravesada u orientada por los recursos, se habla de canasta educativa, toda la
educación básica se organiza por número de estudiantes. Debe haber 35
estudiantes por cada docente en zona urbana, 25 en zona rural, de allí sale la
cantidad de docentes y los recursos que le asignan a los entes territoriales,
cada estudiante vale entre 900 mil y 1 millón de pesos.
Agregando
además, que el Estado no aparece, no ha cambiado históricamente, porque el
Estado para lo único que aparece es cuando se trata de decretar ilegales los
paros de Fecode, el Estado aparece cuando trata de que ministros y ministras
impreparadas que no son pedagogas que no tiene el ciclo educativo que están
fuera del contexto de lo que ha sido la educación en Colombia simplemente imponen
normas como por dejar un rastro dentro de su ministerio, pero que nada ayuda a
la calidad, a la proyección de la educación en Colombia. Entonces el estado
colombiano su única participación es dictar normas, dictar decretos absurdos,
dictar imposiciones y directrices ministeriales desfasadas totalmente de
la realidad educativa en Colombia.
Introducción
La siguiente es la entrevista realizada a la docente Aura Rosmira
Mosquera, Licenciada en Español y Literatura de la Universidad del Cauca,
vinculada al magisterio desde el año de 1983. Actualmente es docente de la
Institución Educativa las Huacas, en los grados 8, 9, 10 y 11, en la ciudad de
Popayán.
Entrevista 2
1. ¿Qué ha cambiado en
las instituciones educativas en los últimos 20 años?
R: Indudablemente que en
las instituciones educativas han sucedido muchos cambios en los últimos veinte
años, dentro de los cuales y según mi experiencia como docente de más de 25
años, los más importantes, han sido para mí:
Que los padres de
familia intervienen en el proceso de formación de sus hijos. El dialogo se hace
entre alumno-profesor, institución y familia, lo cual ha permitido que
las ideas sean compartidas y debatidas, lo que facilita el aprendizaje. Es
común evidenciar un cambio en la relación profesor-estudiante, donde prima el
respeto, y donde el docente ya no es visto como una figura autoritaria que
inspira temor, sino como un mediador entre los estudiantes y la forma en la que
ellos adquieren el conocimiento.
Se han dado, además,
algunos cambios en las prácticas de aprendizaje, donde, antes, se incentivaba
la capacidad memorística y no la interpretativa, ahora los modelos pedagógicos
se fundamentan en el aprendizaje activo, comprensivo y cooperativo.
Se han implementado
modelos didácticos que facilitan el aprendizaje en las aulas de clase, como son
las guías, mesas redondas, inclusión de audiovisuales e informática, y demás
herramientas que proporcionan las tic’s, como el caso de foros, blogs, uso de
chats, etc.
En la actualidad, todo
lo aprendido en el aula de clases se confronta gracias a los medios de
consulta, como las bibliotecas, o a través de la web y sus buscadores
informáticos, los cuales están hoy en día al alcance de la mayoría de los
estudiantes.
Respecto a la
legislación en educación, esta se fundamenta en los principios de la
Constitución Política, principalmente, el derecho a la educación que tiene toda
persona, en las libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra y
en su carácter de servicio público.
La educación colombiana
se rige desde el año de 1994 por la Ley 115 que introdujo algunas reformas, de
la cuales la más importante de ellas fue el establecimiento de la autonomía
escolar de las instituciones.
Como consecuencia, los
contenidos y la metodología de la educación y de la enseñanza no son
controlados por el Estado, sino que dependen de las instituciones educativas
mediante los Proyectos Educativos Institucionales llamados PEI. Sin embargo,
esa autonomía no es absoluta, porque está regida por la ley, la cual
establece unos parámetros generales para la organización académica, la
formulación del currículo y la elaboración de los planes de estudios.
En respuesta a la
necesidad de definir unos criterios mínimos para la evaluación escolar, el
ministerio de Educación Nacional emitió el Decreto 1860/94.
En conclusión, resumo
los cambios en:
La Jornada escolar.
Los planes de estudio.
Los concursos para
directivos y docentes
Los sistemas de
evaluación.
El establecimiento del
Proyecto Educativo Institucional P.E.I.
Más participación de la
comunidad y de los padres de familia.
2. ¿Cómo ha cambiado la
relación del Estado con las instituciones educativas en este mismo lapso de
tiempo?
R: Las
respuestas a mi modo de ver, pueden ser dos:
2.1 El estado ha ido
dejando de asumir su responsabilidad fundamental para dar paso a los procesos
privatizadores; la educación, en general, se orienta cada vez menos a
lo humanístico y cada vez más a la productividad. Los estados ya no
piensan en la educación para sus pueblos y las políticas son condicionadas
desde la Banca Internacional. Según esto, la educación está actualmente
atravesada u orientada por los recursos, se habla de canasta educativa, toda la
educación básica se organiza por número de estudiantes. Debe haber
aproximadamente 35 estudiantes por cada docente en zona urbana y 25 en zona
rural, de allí sale la cantidad de docentes y los recursos que le asignan a los
entes territoriales. Las tasas netas de cobertura son bastante desiguales por
departamento a causa del esfuerzo diferencial de cada administración,
pero también por el diferente comportamiento poblacional.
2.2 Yo veo que la
autonomía educativa se da más en la creación del Proyecto Educativo
Institucional (PEI) como mecanismo autónomo de organización, que ha permitido
que cada institución educativa fije sus objetivos, enfoques y metas educativas
de acuerdo a su contexto específico, por lo tanto por este camino se han
logrado aplicar las dinámicas institucionales a los contextos sociales, como es
el caso de los proyectos de educación indígena, y afro, aquí en el Cauca, los
cuales han logrado un nivel de desarrollo favorable, y aún cuando en Colombia
se ha hecho reconocimiento de las particularidades de la diversidad étnica, aún
está lejos la aceptación de esos saberes, ni es una perspectiva generalizada la
aceptación de que estos pueblos ancestrales hayan realizado un aporte
inconmensurable a la humanidad.
Entrevista 3: Henry Carmona Salgado
Profesor de filosofía y español
Entrevista: Alfredo Ramos Osorio
Introducción
Henry
Carmona es profesor de filosofía y español en la Institución Educativa José
María Carbonell de la Ciudad de Cali. Ejerce la docencia desde 1979. Es
licenciado en filosofía de la Universidad del Valle.
Preguntas y respuestas
¿Qué ha cambiado en las instituciones
educativas en los últimos 20 años?
Los jóvenes
llegan cada vez con menos capital cultural. Muchas familias son muy
disfuncionales en los barrios populares. En las casa no hay libros, no se habla
de temas de interés general, en muchas de esas familias la madre es la cabeza
del hogar, ante la ausencia del padre. Muchos de los padres consumen alcohol o
drogas, o están desempleados y no poseen un nivel de estudios que les permita
generar unos mayores ingresos. Los jóvenes están expuestos a la televisión como
la diversión principal y pasan mucho tiempo frente a ese aparato.
En los
barrios de donde provienen nuestros alumnos hay mucha descomposición social:
pandillas, violencia, drogas, etc. Algunos de esos jóvenes consumen drogas en
el colegio e incluso a algunos se les ha sorprendido vendiendo a sus
compañeros. Esta situación ha ido creciendo. En los años 80 era raro encontrar
alumnos consumidores o expendedores al interior de la institución escolar.
El
rendimiento académico es por lo general muy bajo. Se nota un escaso desarrollo
conceptual en muchos estudiantes. Las clases tienen 40 alumnos, y son pocos los
que logran destacarse, hay mucha apatía y escaso interés. Es muy difícil
desarrollar estrategias de enseñanza en donde los libros y textos de pensadores
sean el punto de referencia. Los alumnos prefieren la clase en donde el maestro
sea el que explique e informe. Las políticas educativas nos invitan a impulsar
una educación más significativa y problematizadora, pero existen muchos
obstáculos para lograrlo: los jóvenes están presos de la virtualidad, pero una
virtualidad sin referencias. Ellos buscan más las redes sociales en donde se
comparte gustos, modas, encuentros sociales y fiestas, pero nada que tenga que
ver con el conocimiento. Los medios han propiciado el surgimiento de una
generación donde el consumo, lo banal, lo placentero se impone sobre la
búsqueda del conocimiento y de lo artístico como esfuerzo; las políticas
educativas buscan la retención de los estudiantes en el sistema educativo y
esto ha creado una gran laxitud con la posibilidad de enfrentar el fracaso de
la pérdida del año escolar. Las problemáticas del aprendizaje son muy difíciles
de tratar por el alto número de estudiantes por clase.
Además son
pocos los alumnos que ingresan a la educación pública. Muchos optan por el SENA
o por instituciones universitarias técnicas o tecnológicas cuyo costo de
ingreso es bajo. Y muchos no vuelven a estudiar y deben enfrentarse al mundo
del trabajo y someterse a bajísimos salarios. Es una época sin esperanza para
muchos y esto tampoco incentiva la preocupación por el conocimiento.
Hay otras
problemáticas: el embarazo adolescente. Todos los años hay casos. En el
presente año lectivo hay cuatro casos. El año pasado hubo dos. La Secretaría de
Educación, el ICBF, PROFAMILIA hacen campañas del uso de anticonceptivos, en el
colegio se les informa a madres e hijas, sin embargo todavía el problema se
presenta. La violencia psicológica y física de los más fuertes sobre otros
chicos más débiles es tema del día a día.
Entre los
docentes reina el desconcierto y el escepticismo. El tiempo de la escuela no
permite la reflexión. Los problemas de la institución y del aprendizaje de los
alumnos se le salen de las manos a los maestros. Finalmente optan por ceñirse a
lo estrictamente procedimental. A pesar que el Ministerio de Educación Nacional
ha promovido la autonomía de las instituciones educativas, a la hora de las
evaluaciones de las pruebas SABER y del examen del ICFES prima el seguimiento
que los maestros deben hacer de los Estándares de la educación que el Estado ha
establecido.
¿Cómo ha cambiado la relación del Estado con
las instituciones educativas en ese lapso de tiempo?
La Ley
General de Educación (Ley 115 de 1994) y la Constitución política de 1991
crearon un nuevo marco para la Educación en Colombia. De allí se desprenden
muchos cambios. En los Lineamientos y en los Estándares el Estado colombiano
trata de promover que el aprendizaje sea significativo, partir de preguntas que
problematicen a los estudiantes, impulsar la investigación y los proyectos de
aula, generar procesos de participación de los alumnos a través del gobierno
escolar, el Consejo Estudiantil y del Personero de los alumnos. Se creó un
manual de competencias ciudadanas, se quería promover la formación de
ciudadanos críticos y propositivos, Se empezó a hablar de competencias
argumentativas, propositivas y comunicativas. Se cambió los reglamentos
disciplinarios por manuales de convivencia, se impulsó la creación de los PEI
(Proyectos Educativos Institucionales).
Sin embargo
esa bella propuesta ha chocado con la crisis financiera del Estado colombiano.
El Acto legislativo 01 de 2001 reestructuró a las instituciones educativas del
sector público. Por ejemplo en Cali quedaron 90 instituciones educativas.
Muchas escuelas que tenían pocos estudiantes desaparecieron, los rectores de
las instituciones pequeñas quedaron como coordinadores de 2 o 3 escuelas,
desaparecieron los directores de núcleo, se estableció que no se aceptaban
grupos pequeños y la norma quedó prácticamente en 40 alumnos por clase.
En Cali y en
todo el país aparecieron los colegios de cobertura. Estos colegios son privados
y el Estado les paga por alumno matriculado, ante la incapacidad de las
instituciones educativas del sector público de cubrir toda la demanda de cupos.
Muchas de esas instituciones son instituciones de garaje y su selección ha
estado determinada por la politiquería.
En el
gobierno de Juan Manuel Santos se creó la Ley de la gratuidad de la educación.
El pago de matrículas le servía a las instituciones del sector público para
realizar proyectos y comprar material didáctico. Ahora el Estado paga $60.000
por alumno al año a cada institución educativa. En últimas reciben más los
colegios de cobertura que las instituciones del sector público.
A los
maestros recién nombrados los evalúan, pero el seguimiento de los procesos y de
la calidad de la enseñanza y del aprendizaje es muy pobre. Se habla de calidad,
y se ha creado programas de gestión de la calidad, pero esto es más que todo un
control administrativo a través de formatos y formatos, que terminan por
atenazar a los maestros.
Se insiste
en que hay que mejorar la calidad, pero no hay un trabajo sistemático que contribuya
a mejorar las prácticas pedagógicas, las acciones son aisladas y el esfuerzo
financiero pobrísimo.
Bibliografía
GONZÁLEZ, A.C. (S.F). Módulo contextos políticos y educativos. UNAD. Pág. 93
HERRERA, H.J. (2001). La baja
calidad de la educación. Colombia un país por construir. Universidad
Nacional.
OSSENBACH, G. S.F. Estado y Educación en América Latina a partir
de su independencia (siglos XIX y XX). Módulo contextos políticos y educativos. UNAD. Pág. 109.
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